¿Sabes identificar tus emociones? A mí a veces me cuesta. Soy bastante positiva, pero hay días que me levanto con el día torcido y no sé bien qué me pasa. Incluso ocasiones confundo enfado con tristeza, o hambre con ansiedad. Vale, no es que sea idiota, simplemente no me resulta tan fácil escucharme o entenderme siempre.
Identificar tus emociones no es tarea sencilla, por mucho que queramos fustigarnos y convencernos de que sí. Hace unas semanas me compré el libro «Un curso de emociones» y en el artículo de esta semana te traigo algunas claves que he estado aprendiendo para saber identificar mejor tus emociones y sentirte más en paz contigo misma.
Qué son las emociones
Las emociones son respuestas o reacciones que genera nuestro cuerpo ante situaciones y cambios que se producen en nuestro entorno y en nosotros mismos. Es decir, nuestro cuerpo reacciona mediante emociones ante situaciones a las que nos enfrentamos con los demás, situaciones o cambios que percibimos en los demás, o nosotros con nosotros mismos.
Las emociones son entonces información que generamos al interactuar con otros, o incluso con nosotros mismos, y cuando mejor las conozcamos, más fácil nos será adaptarnos, comprendernos y sentirnos en paz. Dice Borja Vilaseca que el mundo es neutro, y la interpretación que nosotros hacemos de él es la que no lo es. Es decir, no hay emociones buenas o malas; nosotros las entendemos así muchas veces, pero simplemente son mensajeros que tratan de comunicar una necesidad o una carencia. Por eso es tan importante aprender a escucharlas y entender qué nos dicen.
Conciencia emocional
La conciencia emocional es el primer paso hacia el descubrimiento y empoderamiento de la Inteligencia emocional, ya que es bien diferente ser inteligente, que tener inteligencia emocional. No hace falta ser brillante para comprender las emociones, ni toda persona con un alto cociente intelectual tiene desarrollada la habilidad de tener conciencia emocional.
Despertar la inteligencia emocional es esencial para saber qué hay detrás de nuestros estados anímicos, cómo asumir el control de los mismos y sentirnos así más competentes con nuestras vidas.
Investigando para este artículo, descubrí que existen más de 250 palabras para catalogar emociones y sentimientos… ¿Cuantas serías capaz de enumerar tú? Después de hablar con familiares y amigos, y hacer un poco de conciencia, he llegado a la conclusión —que voy a aventurarme a afirmar que bastante acertada— de que tanto a ti como a mí nos vendría bien desarrollar una auténtica conciencia emocional para:
- Reconocer nuestros estados anímicos y ser capaz de entenderlos mejor, mejorando así nuestra toma de decisiones.
- Reconocer mejor las emociones de los demás y aprender a relacionarnos de manera más armoniosa.
- Conocernos mejor.
(Además, el uso de una buena conciencia emocional nos ayuda a ser más felices y disminuye el riego de sufrir ansiedad o depresión).
Claves para identificar tus emociones
1. Percibe las señales emocionales
Cuanto antes las percibas, mejor. Para esto debemos pararnos de vez en cuando y preguntarnos ¿cómo me siento?
2. Medita habitualmente
La meditación es una práctica milenaria que muchos estudios científicos han demostrado su eficacia para prevenir negatividad y crear conciencia del presente, no solo mientras meditas, sino también a largo plazo.
Meditar e intentar relajarte sólo cuando te sientes agobiada no es lo más recomendable. Vale que intentar relajarte y respirar correctamente siempre es una buena idea, sin embargo, crear una práctica regular sí ayuda a reducir la intensidad de las emociones (que generalmente consideramos «negativas» y nos desestabilizan tanto) y nos permite mantener una mentalidad positiva y más centrada en esa neutralidad de la que hablábamos antes.
3. Lleva un diario
Otra muy buena idea (como ya te comenté en este otro artículo) es llevar un diario. A priori, si no estás acostumbrada a escribir, puede parecer un duro trabajo, pero una vez te acostumbres, descubrirás cómo escribir alivia y te permite «bajar» al papel todas esas emociones y pensamientos que solemos tener dando vueltas en la cabeza sin siquiera ser conscientes.
Para no perder la cuenta de todas las emociones por las que pasas a lo largo del día, lleva un diario. Puedes empezar escribiendo tan solo la hora y la emoción que sentiste, o que te animes escribas la hora y la emoción que sientes o que te animes a contar qué fue lo que te condujo a sentirte de esa manera.
4. Amplía tu vocabulario
Cuando alguien te pregunta «¿Cómo estás?», lo más común es contestar un simple «bien, ¿y tú?». No con todo el mundo nos atrevemos a reconocer cuando no estamos tan bien. ¿Serías capaz de describir el cómo te sientes ahora mismo con exactitud sin emplear las palabras «bien», «mal» o «regular»?
Busca nuevos conceptos para describir tus emociones; por ejemplo, melancólico, alegre, inestable, inseguro, confiado, ansioso, calmado, triste, pleno, y un largo etcétera. Intenta ser creativa a la hora de describir tu día, incluso puedes tratar de buscar una palabra nueva al día. ¿Durante cuántos días seguidos podrías emplear diferentes palabras para explicar cómo estás con exactitud?
5. Reconoce tus patrones
De vez en cuando, párate a examinar qué emociones y situaciones se repiten con más frecuencia. Observa cuándo y el por qué puede ese patrón repetirse y considera qué puedes hacer para ponerle remedio. A lo mejor hay algo en ti que necesitas mejorar aceptar, o incluso una situación con la que tienes que hacer las paces. Es importante crear consciencia sobre tus patrones y las emociones recurrentes, para aprender a gestionarlas de manera más inteligente y consciente, y crear la vida y la armonía que deseas.
6. Se compasivo y paciente
Una de las cosas con las que más chocamos… es con nosotros mismos. Añadimos presión a la situación cuando nos decimos «deberías estar calmado», «esto no te debería de afectar», etc. Muchas veces nos juzgamos duramente cuando comenzamos a identificar nuestras emociones y a crear un poco de conciencia emocional. Pensamos que estamos mal por sentirnos de cierta forma o que debemos empezar a sentirnos de otra manera. Cambiar esta perspectiva y aceptar todas tus emociones tal cual son es cuestión de práctica, pero con tiempo y paciencia todo es posible. La única manera de comenzar a cambiar lo que no te gusta, y la mejor manera de aprender a aceptarte y quererte tal cual eres.
Una buena forma de hacer las paces con la situación, incluso si te enoja el sentirte de alguna manera específica, es planear el futuro con lo que la situación actual te enseña. Si por ejemplo, estás enfadada contigo misma por no haber sabido decir que no a un compromiso al que no deseas ir, (y ahora tienes ansiedad, o te sientes agobiada o disgustada) puedes crearte una nota mental donde te digas que en próximas ocasiones evitaras decir que sí a compromisos a los que no deseas acudir.
7. Encuentra el motivo de tus emociones
Al final, lo importante no es «luchar» contra lo que sientes, sino aprender a identificar tus emociones y entender su origen y su por qué.
«Reconozco que no me gusta esta sensación, pero en este momento tengo mucha envidia (reconoces la emoción) porque a Laura le han ascendido y a mí no (reconoces el por qué).»
Sentir envidia, celos, enfado, etc es algo natural. No pasa nada por que esas emociones sean las que surjan, lo importante es aprender a ser honestos con nosotros mismos y entender el por qué surgen. No intentes engañarte, en este caso (como en tantos otros) lo mejor es la sinceridad.
¿La conclusión?
Aprender a controlar e identificar nuestras emociones es un proceso que tiene muchos caminos. Puedes empezar aprendiendo algo del tema a través de libros, o si de verdad te sientes desbordada, quizá te vendría bien contactar con un profesional (o aprender de ellos, a mí me gusta mucho @patri_psicologa y sus vídeos, dado que acercan mucha sabiduría a situaciones del día a día a las que todos, de una u otra manera, nos terminamos enfrentando)
Un curso de emociones
Si todo lo que te acabo de contar te supo a poco, o quieres seguir investigando y aprendiendo más sobre tus emoiciones y cómo gestionarlas, quizás este libro pueda interesarte. Jesus Matos Larrinaga —el autor de «Un curso de emociones»—, es la persona detrás del la web «En equilibrio mental», que es considerada una de las mejores webs de psicología.
Me levanté con el pie torcido hace unas semanas y sentí que podía llegar a ahogarme en un vaso de agua. Ya sabes, un día tonto de esos que tenemos todos de vez en cuando. Según vi este libro —y no sin antes recorrerme media librería de arriba a abajo— decidí que tenía que ser mío.
En «Un curso de emociones» podrás encontrar información científica explicada de manera sencilla y asequible para todos los públicos. Si estás buscando aprender a identificar y gestionar mejor tus emociones, pero no te ves ahora mismo en situación de contactar un psicólogo para que te eche una mano, investigar por tu cuenta es un primer paso muy válido. Leer este libro te puede ayudar a centrarte y a entender sentimientos que antes no podías, así como a aprender a gestionarlos adecuadamente. Os dejo la sinopsis a continuación por si os pudiera interesar:
«Experimentar alegría es agradable y todos aspiramos a la felicidad. Ahora bien, para alcanzar un estado de alegría y serenidad, es necesario hacer un espacio al resto de las emociones. Estar triste, ansioso, enfadarse o sentir miedo es completamente normal y saludable, por cuanto la evolución ha diseñado el cerebro para sobrevivir, no para ser feliz. Y si queremos experimentar la vida como individuos funcionales y adaptados, no podemos darle la espalda al universo emocional en toda su riqueza y complejidad.
El psicólogo Jesús Matos lleva años acompañando a personas que se sienten atrapadas en la insatisfacción o la tristeza hacia el bienestar. Desde esta experiencia y conocimiento, ha diseñado un innovador modelo de exploración, gestión y capacitación emocional que combina apasionante información con prácticas planteadas para transformar nuestros territorio cognitivo, emotivo y conductual. Una propuesta de autoterapia tan rigurosa como emocionante para crecer en libertad, capacidad de decisión y… prácticamente felicidad.»
¿Tú sueles leer este tipo de libros de no ficción?
¿Qué te ayuda a centrarte y entenderte cuando te sientes desbordadx?
¡Cuéntamelo en comentarios! ¡Te leo!